Diócesis de Niigata, Japón: Integrar la fe con la ecología

Descubre cómo el obispo Daisuke Narui, SVD, de la diócesis de Niigata (Japón), lidera la protección del medio ambiente a través de su propia conversión ecológica.

El Obispo Daisuke Narui, SVD, de la Diócesis de Niigata, Japón, demuestra una responsabilidad medioambiental arraigada en una profunda experiencia que marcó el inicio de su camino hacia la defensa del planeta y sus habitantes. 

Esta misión personal se convirtió en un objetivo central para él durante su mandato como Coordinador de Justicia, Paz e Integridad de la Creación del Generalato de la Sociedad del Verbo Divino. Durante ocho años, trabajó en todo el mundo en cuestiones sociales profundamente relacionadas con el medio ambiente, en particular los derechos de los indígenas: 

“No sólo dependen de los bosques, los ríos y el mar para recibir alimentos, medicinas y muchas otras necesidades materiales para su vida, sino que además la naturaleza es una gran parte de su cultura y espiritualidad. Destruir la naturaleza no es un simple daño a la naturaleza y sus frutos, sino también una pérdida de su cultura y espiritualidad. Me conmovió el sufrimiento de esos indígenas y se convirtió en una motivación para comprometerme con la ecología integral”.

Bajo el liderazgo del obispo Narui desde 2020, la diócesis ha sido testigo de importantes avances en la incorporación de los principios de la ecología integral a su identidad. Al integrar la Plataforma de Acción Laudato Si’ en la misión de la diócesis de Niigata, el obispo Narui imaginó un enfoque integral de la administración ecológica. 

Destacó la predisposición natural de la comunidad local hacia la sensibilidad medioambiental, subrayando el compromiso de la zona con la búsqueda de una sociedad sostenible. Esta visión estratégica pretendía abordar los siete Objetivos Laudato Si’, reflejando un enfoque holístico para fomentar una sociedad sostenible en armonía con la creación.

La interacción entre fe y acción en el camino de la diócesis de Niigata hacia la ecología integral está notablemente influida por la arraigada espiritualidad de la región y su conexión con la naturaleza. “Basada en la espiritualidad sintoísta (una religión animista en Japón)”, explica, “la mayoría de los japoneses, incluidos los católicos, tienen un sentido que encuentra una presencia espiritual en la naturaleza”. Este respeto inherente a la naturaleza entre la población local sirve de base sólida para integrar las iniciativas de carácter religioso con las acciones ecológicas.

Aun así, la diócesis se ha enfrentado a retos en sus esfuerzos. El envejecimiento de la sociedad y la emigración de los jóvenes a las zonas urbanas han hecho que se dependa de trabajadores emigrantes de Vietnam y Filipinas, lo que hace necesario fomentar comunidades parroquiales integradoras. “Estamos intentando formar comunidades parroquiales en las que se reúnan ancianos japoneses y jóvenes emigrantes”, resaltando su compromiso de transformar estos obstáculos en oportunidades.

Hoy, el escudo personal y el lema del obispo, “Juntos, siempre por el Evangelio”, celebran el compromiso de vivir, compartir y difundir el Evangelio con alegría, apoyándose en el rico entorno natural. Además, la Política Misionera y Pastoral de la diócesis, recientemente publicada, hace hincapié en caminar con los vulnerables para construir una sociedad en armonía con la creación de Dios, reforzando el compromiso tanto con la acción como con la espiritualidad a la hora de abordar la ecología integral.

A los líderes que dudan en embarcarse en el itinerario Laudato Si’, el obispo Narui les ofrece un sabio consejo, subrayando la importancia de armonizar fe y acción. Aconseja: “Algo a lo que me comprometo personalmente es a hablar de ecología integral durante la homilía y el recogimiento”. A través de estos esfuerzos, el obispo Narui ilustra el poderoso papel de los líderes religiosos en el fomento de un ethos de cuidado de nuestra casa común, guiando a sus comunidades hacia un futuro sostenible y espiritualmente enriquecido.