“Nada se recicla sólo”: el impulso franciscano detrás de una comunidad en acción”
Posted September 24, 2025
En distintos países y culturas, la Familia Franciscana de Bonlanden convierte la fe en acción concreta. La Hna. María Graciela relata que toda la Congregación —presente en diversas comunidades alrededor del mundo— desarrolla una variedad de proyectos inspirados en la espiritualidad franciscana-faustiniana para el cuidado de la Casa Común, adaptados a las realidades y necesidades de cada región. En Argentina, Brasil, Paraguay, Estados Unidos y Alemania, este compromiso se traduce en iniciativas que van desde talleres escolares hasta alianzas con recicladores urbanos, ofreciendo un testimonio vivo de una fe encarnada en la vida cotidiana.
Aunque ya habían comenzado a trabajar con reciclaje a nivel comunitario, fue la Encíclica Laudato Si’ y más adelante, la Plataforma de Acción Laudato Si’ la que brindó un nuevo impulso para sistematizar y expandir sus esfuerzos.
“Tomamos conciencia de la urgencia de comprometernos por cuidar nuestra ‘común’”, dice la Hermana María Graciela, recordando cómo la lectura de la encíclica en colegios, parroquias y centros de rehabilitación encendió una chispa transformadora.
Acciones que transforman realidades
Desde entonces, la comunidad ha impulsado una variedad de actividades prácticas: reutilización de papel, recolección de plásticos para hospitales, organización de cartones para apoyar a los recicladores urbanos (conocidos como “cartoneros”), y talleres de formación en escuelas ubicadas en zonas vulnerables.
Cada acción nace desde la realidad local y busca integrarse con las posibilidades de cada espacio educativo. “Hay situaciones muy tristes, pero ellos son los que verdaderamente reciclan”, señala con respeto al hablar de los cartoneros que recorren las calles recolectando materiales para sobrevivir.
Retos, frutos y espiritualidad
“El mayor desafío sigue siendo la falta de conciencia”, reconoce la Hermana. Pero también destaca la alegría que trae ver el compromiso genuino de niños, jóvenes y adultos, incluso cuando no tienen experiencia previa. La espiritualidad franciscana ha sido el corazón de todo: “Es la base que sostiene todos los subproyectos”, dice. ¿Cómo comenzar? Con organización, información… y oración.
¿Y tú?
A quienes quieren empezar un proyecto similar, su mensaje es claro: “No desanimarnos en el cuidado de la casa común, continuar organizándonos, informándonos y, por sobretodo, orando”.
¿Ya comenzaste a construir tu propio Plan Laudato Si’? Inspírate en el ejemplo de esta comunidad y da hoy un primer paso: organiza, infórmate, ora. Tu acción, por pequeña que sea, puede ser semilla de transformación.