Artículos de la Comunidad

Lecciones del proyecto Guardianes de la Creación

Posted October 9, 2025

Nos complace dar la bienvenida al Dr. Jakub Kowalewski, investigador sénior de Laudato Si’ en la Universidad de St Mary, Londres, como colaborador invitado.

En un taller parroquial sobre ecología integral en el norte de Inglaterra, me encontré sentado entre un grupo de feligreses de avanzada edad. Acababa de empezar a trabajar con el proyecto Guardianes de la Creación y esperaba la curiosidad cortés habitual.

En cambio, lo que encontré fue una energía contagiosa.

Los asistentes no solo querían aprender. Estaban llenos de ideas. Hablaron de transformar los terrenos de su parroquia en espacios de biodiversidad, reducir el consumo de energía en sus edificios y encontrar formas de acompañar a las generaciones más jóvenes en la acción climática. No eran observadores pasivos. Eran personas de acción. Algunos ya estaban formando equipos.

Fue un momento que puso de relieve el llamamiento del papa Francisco a la solidaridad intergeneracional. A menudo pensamos que es un deber que tenemos con las generaciones más jóvenes, nuestros hijos y nietos. Pero también se trata de la sabiduría, el coraje y el entusiasmo de las generaciones mayores, muchas de las cuales se han comprometido silenciosamente con la justicia durante décadas. 

Ese día, en ese decanato, me quedó claro: cuidar de nuestra casa común es una vocación que trasciende la edad, la capacidad y los antecedentes.

Pequeños actos, intuición profunda

Más adelante en el proyecto, nuestro equipo organizó grupos de discusión con estudiantes de escuelas católicas de toda Inglaterra. Les preguntamos su opinión sobre el medio ambiente, lo que veían que ocurría en sus escuelas y cómo entendían su papel en el cuidado de la creación.

Las palabras de algunos estudiantes aún resuenan en mi mente. No podían entender cómo la gente seguía tirando basura o utilizando combustibles fósiles. Para ellos, estas dos acciones formaban parte del mismo problema. Me recordó la reflexión del papa Francisco en Laudato Si’ (230):

«Una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo».

Sin embargo, sabemos que el entusiasmo por sí solo no basta para superar los retos estructurales. Muchos miembros del personal diocesano ya están al límite, haciendo malabarismos con múltiples responsabilidades. 

¿Cómo se puede integrar la sostenibilidad en la vida diocesana cuando apenas hay tiempo para atender las necesidades urgentes?

Una de las soluciones más eficaces en Inglaterra y Gales ha sido la creación de la red Diocesan Environmental Leads, un espacio en el que los representantes de las diócesis comparten herramientas, plantillas, experiencias y ánimos. Esto nos ha permitido evitar reinventar la rueda, reducir el aislamiento y fomentar asociaciones reales.

Algunas diócesis, como la de Salford, están a la vanguardia. Se han realizado más de 360 auditorías de edificios, evaluando el uso de la energía y las infraestructuras. Desde entonces se han puesto en marcha cientos de proyectos, desde mejoras en las parroquias hasta planes de descarbonización para las escuelas católicas. Muchas cuentan ahora con paneles solares que generan energía limpia, lo que no solo reduce los costes, sino que también constituye un testimonio visible de la conversión ecológica.

Como muchos que se preocupan profundamente por la justicia ecológica, a veces me siento abrumada. El alcance de la crisis puede hacernos sentir impotentes o ansiosos. Pero este trabajo —crear conexiones, escuchar a todas las generaciones, facilitar un cambio real— me da esperanza. Me recuerda que no estoy solo y que cada pequeña contribución importa.

Incluso la semilla más pequeña puede dar fruto.

Un consejo para los que acaban de empezar

Si tu parroquia o comunidad acaba de iniciar este camino, ten en cuenta lo siguiente: no esperes a que todo sea perfecto para empezar. Incluso las acciones pequeñas e improvisadas son significativas. Como nos recuerda el papa Francisco en Evangelii Gaudium (§222), el tiempo es superior al espacio», lo que significa que los procesos que iniciamos pueden crecer más allá de lo que podemos ver.

Cada acto de cuidado, cada elección de vivir de forma más sencilla, es una forma de participar en la renovación de la Iglesia y la sanación de la creación. Eso siempre vale la pena.

¿Listo para dar el siguiente paso?

¿Te inspiran la reflexión de Jakub y el trabajo del proyecto Guardians of Creation? Explora la Plataforma de Acción Laudato Si’ para comenzar el itinerario de tu propia comunidad. Bajo el objetivo de Adopción de estilos de vida sostenibles, encontrarás opciones como las mencionadas por los estudiantes de esta historia:

Escoge la sanación

Recuerda: incluso los pequeños actos, cuando se hacen con amor, pueden ayudar a transformar el mundo.