Las pequeñas acciones comunitarias desempeñan un papel vital en el fomento de la conexión con la creación y la promoción de la eco-espiritualidad. En Gresswiller (Francia), Christian y Marie-Cécile Friedrich han adoptado esta idea organizando encuentros para rezar la Coronilla Laudato Si’, una oración que estimula la reflexión ecológica. A través de esta iniciativa, los Friedrich demuestran cómo las reuniones de índole comunitaria pueden inspirar acciones medioambientales al tiempo que fomentan el crecimiento espiritual.
Una oración por la creación
La idea de la Coronilla Laudato Si’ surgió durante la formación de Christian como Animador Laudato Si’ del Movimiento Laudato Si’. Aprendió la importancia de incorporar la oración a la acción ecológica y trató de integrarla en su comunidad. «Nos animaron a rezar la coronilla Laudato Si’ tan a menudo como fuera posible para desarrollar nuestra relación contemplativa con la creación», explica Christian. Junto con su esposa, Marie-Cécile, se propusieron establecer una práctica regular que fuera independiente del tiempo y la estación, permitiéndoles reunirse constantemente en oración.
Desde su creación, la coronilla Laudato Si’ tiene lugar el segundo jueves de cada mes a las 18:00 en el Vergel Laudato Si’, un espacio dedicado a alimentar la conexión entre la fe y la creación. Para el Tiempo de la Creación de este año, los Friedrich adaptaron el formato de la coronilla para centrarse en un pasaje 233 de Laudato Si’:
“El universo se desarrolla en Dios, que lo llena todo. Entonces hay mística en una hoja, en un camino, en el rocío, en el rostro del pobre”.
Combinando la oración y la acción
El encuentro comienza con cantos y momentos de silencio y reflexión, que permiten a los asistentes meditar sobre cómo las palabras de Laudato Si’ resuenan en sus corazones. Christian subraya la importancia de esta práctica: «Estos periodos de silencio y reflexión nos permiten experimentar cómo las palabras del Papa Francisco nos tocan profundamente, en particular al contemplar la creación y los rostros de los pobres.»
Para los Friedrich, la oración no es un simple complemento de la acción ecológica, sino su motor. «La oración es el combustible de todas las acciones; nos conecta con el amor de Dios. Sin la oración, somos como címbalos que retiñen», dice Christian, refiriéndose a I Corintios 13,1. Él cree que la oración permite a las personas actuar en favor del medio ambiente. Cree que la oración permite a las personas actuar con propósito y sentido, garantizando que sus esfuerzos estén arraigados en el amor y la conexión espiritual.
Esta idea está en el corazón de lo que Christian llama «contempl-acción», el equilibrio entre contemplación y acción. «Es la paradoja de actuar con rapidez, pero también de detenerse para nutrirse de la oración, para no perder el contacto con la Fuente», explica. De este modo, la Coronilla Laudato Si’ sirve como un momento regular de recarga espiritual para aquellos comprometidos con la protección de la creación.
El poder de las pequeñas reuniones
Aunque la Coronilla Laudato Si’ sea una pequeña reunión, su impacto es de gran alcance. «Aunque solo seamos dos personas, rezando juntas a la luz de una antorcha en una noche de invierno, tiene significado porque otros nos ven y se preguntan», señala Christian. Reuniones pequeñas e íntimas como estas fomentan relaciones profundas y proporcionan un entorno en el que los corazones pueden abrirse y la fe puede crecer».
Christian y Marie-Cécile ven estas acciones a pequeña escala como una parte esencial del movimiento más amplio para cuidar la creación. «El tamaño de la reunión no es tan importante como la coherencia y el testimonio que proporciona», afirma Christian. En su opinión, incluso un grupo pequeño tiene el poder de inspirar a otros y dar testimonio de la necesidad de una transformación ecológica y espiritual.