En mayo de 2025, la Diócesis de El Paso se convirtió en uno de los miembros más recientes de la Plataforma de Acción Laudato Si’. Pero esto fue más que un gesto simbólico. Fue una declaración de compromiso por parte de una comunidad fronteriza que ya estaba sufriendo los efectos de la injusticia ecológica.
La diócesis celebró su incorporación durante una misa bilingüe en la parroquia de San Lucas, la primera parroquia de la diócesis en establecer un ministerio de cuidado de la creación. Allí, el obispo Mark Seitz firmó formalmente el Plan de Acción Laudato Si’ de la diócesis y preguntó en voz alta si la comunidad apoyaba la decisión. ¿La respuesta rotunda? Un «sí» colectivo y sincero acompañado de aplausos.
«El Papa Francisco nos recuerda que el cuidado de la Tierra es inseparable del cuidado de los más vulnerables», dijo Seitz. «Este plan invita a cada persona, parroquia y estructura diocesana a reflexionar sobre nuestro impacto y dar pasos concretos para vivir de manera más sostenible y fiel.»
«Fuimos verdaderamente bendecidos por haber compartido un momento especial de comunidad, compromiso y celebración», compartió Cynthia González, copresidenta de la Comisión de Acción Laudato Si’ de la Diócesis de El Paso. «Las palabras del obispo Seitz fueron muy inspiradoras, y las reacciones de los asistentes llenaron nuestros corazones de amor y entusiasmo. No estamos solos en esta labor».
Una comisión arraigada en la comunidad
Cynthia, trabajadora social de formación, habló sobre las raíces espirituales y emocionales de su compromiso. «Creo que desde muy joven he sentido el llamado a trabajar en el cuidado de nuestra casa común», dijo. «Al vivir en el desierto, crecí consciente de la importancia de conservar el agua». Más tarde añadió: «Este proceso nos ha enseñado el poder de la comunidad. Todos tenemos antecedentes y dones muy diferentes, pero eso es lo que hace que esta comisión sea tan especial».
La diversidad de la comisión refleja la fuerza del movimiento. Jóvenes adultos como Marylu Vázquez, que tomó muchas de las fotos del evento, y Fernanda Lugo, defensora local de Eco El Paso, son voces clave en esta iniciativa.
Urgencia ecológica en las zonas fronterizas
La Diócesis de El Paso se encuentra en una región cada vez más afectada por la sequía, olas de calor sin precedentes y tormentas de polvo severas. Estas amenazas se ven agravadas por el legado de la industria extractiva en la Cuenca Pérmica.

La cordillera Castner en El Paso fue designada monumento nacional tras más de 50 años de campaña local para su protección. Abarca más de 6600 acres.
«La sequía, el calor y el polvo son grandes preocupaciones en este momento, y todas ellas están relacionadas con la forma en que tratamos la tierra viva y los seres verdes que nos sustentan a todos», explicó Fernanda Lugo. «La educación ambiental en torno a esta cuestión de la desertificación es también una gran laguna en la comunidad».
Su experiencia como defensora de la justicia medioambiental está profundamente arraigada en el trabajo de restauración. «He visto pruebas de la restauración y sé que, cuando trabajamos para ayudar a la naturaleza a dar un paso adelante, esta se recupera y nos sorprende», compartió. «Cuando restauramos los espacios verdes, también empoderamos a las personas para que vean directamente lo que pueden hacer, y entonces llegamos mucho más lejos».
Destacó cómo el trabajo ecológico y la fe están entrelazados: «La fe y el empoderamiento personal son fundamentales para este trabajo, porque hay que ver la esperanza como un verbo, no como un sustantivo. No basta con desear, hay que rezar y actuar. Y entonces las cosas pueden cambiar».
Un espíritu de colaboración interreligiosa y cívica
La misa de celebración fue más que un hito interno de la Iglesia. Representantes de organizaciones seculares e interreligiosas se unieron a la diócesis en una muestra de unidad. Entre ellas se encontraban el Movimiento Laudato Si’ – Capítulo de Texas, Interfaith Power and Light – Nuevo México, Eco El Paso y otras.
«Estamos muy emocionados de poder trabajar de manera interreligiosa y colaborativa, tal y como nos ha pedido el papa Francisco», dijo Cynthia.
Un modelo práctico para el compromiso ecológico basado en la fe
El caso de la diócesis de El Paso es una guía práctica para otros que están buscando cómo empezar su camino Laudato Si’:
- Empieza con un equipo dedicado: La Comisión Diocesana Laudato Si’ incluye a personas de diferentes profesiones y culturas, lo que refuerza su alcance y perspectiva.
- Involucra a tu obispo y a los líderes de la parroquia: Que el obispo afirme públicamente el compromiso manda un mensaje fuerte a la comunidad en general.
- Haz tu inscripción en público y con alegría: Organizar una misa o un evento parroquial te permite dar testimonio público y conseguir apoyo.
- Colabora con otros: Las colaboraciones interreligiosas y cívicas aumentaron el impacto del evento y recordaron a todos que nadie recorre este camino solo.
- Empodera a los líderes jóvenes: Los jóvenes adultos como Fernanda, Marylu y Cynthia ya están dando forma al futuro de la respuesta de la Iglesia a la crisis ecológica.
Un testimonio local con implicaciones globales
Al inscribirse en la Plataforma de Acción Laudato Si’, la Diócesis de El Paso se une a un número cada vez mayor de instituciones católicas que responden al llamado del Papa Francisco a la conversión ecológica. Sin embargo, lo que hace que la historia de El Paso sea única es la combinación de condiciones ambientales urgentes, una cultura fronteriza vibrante y una nueva generación de líderes llenos de fe que se levantan para enfrentar el momento.
«No todo el mundo tiene que ser experto en ecología o espiritualidad», señaló Cynthia. «Todos somos urgentemente necesarios, sean cuales sean nuestros dones. Una gota de agua en el océano puede crear olas».
El camino de la Diócesis de El Paso aún está en desarrollo, pero ya ofrece un modelo: incluso en lugares áridos, la nueva vida puede echar raíces cuando se nutre de la fe, la comunidad y un sentido compartido de la misión.