Lo que movilizó a la Iglesia en 2025: las 10 acciones principales que están dando forma a una nueva cultura ecológica
Posted December 23, 2025
Cada año, la Plataforma de Acción Laudato Si’ invita a las comunidades católicas de todo el mundo a emprender un viaje más profundo hacia la conversión ecológica. Pero 2025 ofreció una perspectiva especialmente llamativa: las acciones más comunes llevadas a cabo por los participantes revelan no solo lo que la gente está haciendo, sino también cómo la Iglesia global está aprendiendo, creciendo y transformando sus hábitos de vida.
Nuestro Informe Anual 2024-2025 destaca las 10 acciones más frecuentes adoptadas por los participantes este año. Aunque a primera vista puedan parecer sencillas («reciclar», «hacer compostaje», «comprar alimentos locales»), el informe destaca que está ocurriendo algo mucho más significativo.
En conjunto, estas acciones marcan un cambio cultural en la respuesta católica a la crisis ecológica, lo que indica que las prácticas sostenibles se están convirtiendo en algo habitual, esperado e integrado en el discipulado diario.
Un análisis más detallado de las 10 acciones principales de 2025
Las acciones más adoptadas por los participantes fueron las siguientes:
- Reciclar tanto como sea posible.
- Comprar alimentos de productores locales.
- Instalar iluminación eficiente.
- Reducir el desperdicio de alimentos.
- Hacer compost.
- Plantar árboles autóctonos.
- Cambiar la dieta basada en carne por una basada en plantas.
- Instalar paneles solares.
- Apoyar las prácticas de gestión cooperativa.
- Hacer declaraciones públicas sobre temas de defensa.
No se trata de compromisos abstractos, sino de expresiones prácticas de espiritualidad ecológica, economía ecológica y cuidado de los pobres.
Por qué estas tendencias son importantes para la Iglesia católica
1. Representan una transición de la acción excepcional a la práctica cotidiana.
Estas acciones reflejan comportamientos accesibles y rutinarios que los participantes están integrando en su vida cotidiana. Esto es crucial. El papa Francisco ha insistido durante mucho tiempo en que la conversión ecológica no es simplemente un cambio de ideas, sino un cambio en los hábitos diarios y en la cultura de las comunidades.
En otras palabras, la Iglesia está pasando de gestos medioambientales puntuales a un estilo de vida ecológico sostenido.
2. Muestran una conciencia ecológica cada vez más madura dentro de la Iglesia.
El reciclaje, la iluminación eficiente, el compostaje y la reducción del desperdicio de alimentos indican que las comunidades católicas están reconociendo la importancia del uso responsable de los recursos, un tema central de Laudato Si’. Mientras tanto, acciones como la plantación de árboles autóctonos, la instalación de paneles solares y la adopción de dietas basadas en plantas muestran una comprensión cada vez más profunda de los sistemas ecológicos y la sostenibilidad a largo plazo.

3. Revelan una Iglesia cada vez más cómoda con el testimonio público.
Incluir «hacer declaraciones públicas sobre temas de defensa» entre las 10 acciones principales muestra que los católicos están cada vez más dispuestos a hablar claro. Esta tendencia se ha visto reforzada por el claro liderazgo moral del papa León XIV en 2025.
En la conferencia «Generando esperanza para la justicia climática», recordó al mundo que cada persona y comunidad responderá algún día por cómo cuidó la creación, una invitación a la responsabilidad pública. Del mismo modo, durante la participación de la Iglesia en la COP30, instó a los católicos a aportar su voz moral a la acción climática global, haciendo hincapié en que el silencio ante el daño ecológico ya no es aceptable.
Estos ejemplos están inspirando a los católicos de todo el mundo a defender con valentía políticas que protejan tanto a las personas como al planeta.
4. Afirman que la conversión ecológica es parte integral de la identidad católica.
Las principales acciones de la plataforma refuerzan lo que el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha subrayado repetidamente: el cuidado de nuestra casa común no es opcional, es una dimensión del discipulado cristiano.
Esto es especialmente importante en 2025, el primer año del pontificado del papa León XIV, que sigue afirmando el legado del papa Francisco y la urgencia de la responsabilidad ecológica.
Lo que nos cuentan estas tendencias sobre el camino que estamos siguiendo
El movimiento reflejado en estas acciones principales muestra que la Iglesia:
- Piensa globalmente y actúa localmente, con la responsabilidad ecológica asumida por las comunidades locales.
- Crece en sabiduría práctica, eligiendo acciones que son tanto alcanzables como impactantes.
- Avanza hacia una ecología integral, donde las dimensiones medioambientales, sociales y espirituales se reconocen como inseparables.
Esto señala el crecimiento de una Iglesia que no se limita a responder a la crisis ecológica, sino que construye de forma proactiva una cultura del cuidado.
Mirando hacia 2026: lo que podemos esperar
Basándonos en las tendencias identificadas en 2025, podemos proyectar razonablemente varios desarrollos para 2026:
1. Un aumento de los proyectos de energía renovable a nivel comunitario.
La instalación de paneles solares ya figuraba en la lista para 2025. A medida que los costes disminuyen y las comunidades adquieren experiencia, podemos esperar:
- cooperativas solares parroquiales
- planes diocesanos de energía renovable
- vínculos más fuertes entre las instituciones católicas y las redes energéticas basadas en la fe

2. Mayor integración de la educación ecológica
Con 503 acciones de educación ecológica registradas en 2025, se espera un aumento significativo en:
- planes de estudio sobre sostenibilidad en las escuelas
- investigación ecológica a nivel universitario
- formación parroquial basada en Laudato Si’

3. Mayor defensa pública por parte de líderes y comunidades católicos
A medida que las «declaraciones públicas» entran en el Top 10, es probable que las diócesis y las comunidades religiosas:
- emitan declaraciones más contundentes durante eventos importantes como la COP30 y otros posteriores
- participen en debates sobre políticas medioambientales nacionales
- empoderen a los jóvenes y a los líderes laicos en funciones de defensa
4. Una expansión del Programa de Certificación de la Plataforma de Acción Laudato Si’
Lanzado en 2025 y con docenas de galardonados, el certificado motivará a más instituciones a:
- completar los planes Laudato Si’
- medir el impacto de sus acciones
- compartir modelos exitosos a nivel mundial
5. Una alineación más profunda de la liturgia y la vida ecológica
Con la recién introducida Misa por el Cuidado de la Creación, anticipamos:
- La celebración de esta misa y la realización de otros servicios de oración con enfoque ecológico.
- El Tiempo de la Creación celebrado con mayor visibilidad.
- La integración de temas ecológicos en la preparación sacramental.
Una Iglesia que pone en práctica lo que enseña
Las 10 acciones principales de 2025 revelan una Iglesia que está despertando, no en teoría, sino en la práctica. La gente recicla, composta, planta árboles, adopta energías más limpias, elige dietas sostenibles y defiende públicamente la justicia. Se trata de pequeñas acciones, sí, pero juntas forman la cultura del cuidado que el Papa Francisco imaginó.
Como dice el informe de manera muy acertada, estas acciones indican que las prácticas sostenibles «ya no se perciben como actos excepcionales, sino como normas compartidas».
Este es el corazón de la conversión ecológica: la transformación de la vida cotidiana a la luz del Evangelio.
Y a medida que avanzamos hacia 2026, la Iglesia está preparada, no solo para continuar este camino, sino para profundizarlo, ampliarlo y vivirlo con renovado valor, responsabilidad y alegría.
Lee el informe anual completo
Para profundizar en las historias, los datos y las tendencias globales que dan forma a la conversión ecológica de la Iglesia, lee el informe anual completo de la Plataforma de Acción Laudato Si’ 2024-2025. Ofrece una imagen rica y esperanzadora de una comunidad católica mundial que pone en práctica Laudato Si’.