Nada es demasiado pequeño: La Provincia Europea de la Sociedad del Santo Niño Jesús
Posted November 14, 2025
Desde pequeñas comunidades en el Reino Unido hasta el liderazgo en Roma, un grupo pequeño pero profundamente comprometido de mujeres religiosas sigue encarnando el espíritu de Laudato Si’ en su vida cotidiana. La Provincia Europea de la Sociedad del Santo Niño Jesús, aunque pequeña en número, solo 42 miembros con una edad promedio de 85 años, ofrece un profundo ejemplo de cómo la conversión ecológica puede florecer en cualquier etapa de la vida.
Una comunidad arraigada en la espiritualidad ecológica
Su camino ecológico comenzó en 2021, cuando un pequeño grupo de Cuidado de la Creación se reunió para inspirar y educar a los miembros de esta pequeña provincia y para liderar el camino hacia la adhesión a la Plataforma de Acción Laudato Si’. Esta iniciativa llevó a toda la Sociedad a votar a favor de inscribirse en la Plataforma de Acción Laudato Si’ en su Capítulo General de 2022. Desde entonces, la Provincia Europea ha mantenido y actualizado fielmente su plan de acción anual, fomentando lo que ellas denominan «la espiritualidad ecológica en el corazón de todos nuestros esfuerzos».

Varias hermanas se reúnen para el Tiempo de la Creación a principios de este año.
A través de las noticias semanales de la provincia, las hermanas comparten recursos para la oración y la reflexión vinculados a los ritmos de la creación: el Día de la Tierra, los equinoccios y el Tiempo de la Creación. Muchas encuentran inspiración en redes en línea como Catholic International Development Charity (CAFOD), el Movimiento Laudato Si’, la Red de Oración por el Cuidado de la Creación y New Pilgrim Path, así como en lecturas, debates sobre películas y celebraciones parroquiales locales.
Para las hermanas que viven solas o en pequeñas comunidades, la participación activa y creativa en los eventos locales de la Semana Laudato Si’ y el Tiempo de la Creación se ha convertido en una fuente de conexión y alegría. Como expresa una reflexión, incluso desde sus sillones, pueden unirse al canto global de la creación.
Sostenibilidad en la vida cotidiana
A pesar de su edad, las hermanas son muy prácticas en lo que respecta a la sostenibilidad. En su residencia y fuera de ella, reciclan regularmente, evitan los plásticos de un solo uso y compran artículos de segunda mano. Su plan para 2025 se compromete a «reducir o detener nuestro uso de cualquier cosa que sea perjudicial para el planeta, y a utilizar de forma inteligente las fuentes de energía, el agua, los alimentos y los viajes».

También han surgido pequeñas innovaciones en los jardines de las residencias, como plantar rosales para atraer a los polinizadores y reducir las plagas, y recoger agua de un drenaje para mantener vivas las plantas jóvenes durante el calor.
La comunidad también ha invertido en coches híbridos y participa regularmente en iniciativas nacionales como The Great Plastic Count, una campaña que realiza un seguimiento y sensibiliza sobre el uso doméstico del plástico en todo el Reino Unido.
Custodia inspirada en la fe
Su testimonio ecológico se extiende mucho más allá de sus propios terrenos. La decisión de la Provincia Europea de adoptar inversiones libres de combustibles fósiles y unirse a la Declaración de Inversión Verde surgió de un profundo sentido de misión.
«Trabajamos con FaithInvest durante casi un año», explicó una hermana, «para asegurarnos de que nuestros valores de inversión estuvieran en consonancia con nuestros valores religiosos». Ese proceso dio lugar a una nueva política de inversión que orienta a sus socios financieros hacia una custodia consciente del clima.
Sus esfuerzos fueron reconocidos con el premio Oak Award, que honró su compromiso de utilizar los recursos financieros para promover soluciones climáticas. Como se expresó en una reflexión compartida, no se trata de cuánto se tiene, sino de cómo se utiliza lo que se tiene al servicio del cuidado de la creación.
Colaboración por la justicia
A pesar de que su número ha disminuido, el alcance de la provincia sigue siendo notable. Conceden subvenciones por un total de 150 000 libras esterlinas cada año a organizaciones que promueven la justicia ecológica, apoyando los esfuerzos contra la trata de personas, en favor de los refugiados, la educación y la protección del medio ambiente.

Climate Ed, una organización benéfica apoyada por las hermanas, en Londres y Birmingham, capacita a los niños para que comprendan el cambio climático, piensen críticamente sobre sus causas y tomen medidas prácticas para reducir su huella de carbono en sus hogares y comunidades.
Esta forma de colaboración apoya a otras organizaciones benéficas dedicadas a la justicia social y ecológica. Cada contribución continúa su misión de responder a las necesidades de los tiempos.
Esperanza para el futuro
Aunque reconocen sus limitaciones, las hermanas se mantienen firmes en la esperanza, confiando en que, incluso en la vejez, pueden seguir fomentando el asombro, la gratitud y la esperanza, los fundamentos mismos de la espiritualidad ecológica.
También se alegran del entusiasmo ecológico de sus hermanas africanas más jóvenes, que están ampliando las iniciativas medioambientales en las escuelas y comunidades de todo el continente.
Su mensaje para los demás es sencillo pero poderoso:
«Nada es demasiado pequeño en esta colaboración inspirada en la fe en todo el mundo para el cuidado de la tierra y de los pobres. Simplemente haz lo que te corresponde, confía y reza».