Plantando Semillas: Reto Laudato Si’ de Ibero Torreón
Posted October 24, 2024
La respuesta de la Universidad Iberoamericana Torreón al «Reto Semillas de Esperanza» de la Plataforma de Acción Laudato Si’ es un ejemplo inspirador de cómo la innovación, la comunidad y la conciencia ecológica pueden unirse para fomentar el cambio. Impulsado por los principios de la economía ecológica y la innovación social, el trabajo de la universidad refleja el compromiso de la Ibero Torreón con el cuidado de nuestra casa común a través de acciones comunitarias prácticas.
Cuidando nuestra casa común con soluciones creativas
A lo largo del año, la Ibero Torreón organiza una serie de conferencias, talleres y eventos con el objetivo de educar e inspirar. Durante estos encuentros, es habitual ofrecer pequeños obsequios para homenajear a los invitados. Inspirada por el reto Semillas de Esperanza, la universidad encontró una manera de hacer que estos regalos fueran significativos y sostenibles, integrando los valores de Laudato Si’ en su práctica.
La solución llegó en forma de plantas ornamentales, concretamente suculentas, cultivadas en el jardín de la universidad. Las suculentas, con sus necesidades mínimas de agua, son ideales para el clima desértico de Torreón, lo que las convierte en un símbolo de resiliencia y cuidado de la creación. Al regalar estas plantas, la universidad no sólo comparte una muestra de agradecimiento, sino que también promueve la conciencia ecológica y la sostenibilidad entre los destinatarios.
«Queríamos ofrecer regalos que estuvieran en consonancia con nuestro compromiso de cuidar la creación», afirma uno de los participantes en el proyecto. «Estas suculentas representan la resiliencia y la sostenibilidad, valores que están en el corazón de nuestra misión».
Upcycling para la sostenibilidad
La universidad también apuesta por el upcycling, dando nueva vida a materiales que de otro modo se desecharían. «Creemos que la sostenibilidad no tiene por qué ser cara», afirma uno de los estudiantes coordinadores. «Se trata de ver lo que tenemos y encontrar formas creativas de utilizarlo». Una empresa local donó envases de yogur helado que estaban destinados al vertedero, y éstos se transformaron en macetas para las suculentas. Además, se reutilizaron manteles viejos de eventos universitarios, que ya no servían para su uso original, para decorar los recipientes de las plantas, añadiendo un toque único y personal. Estas soluciones creativas demuestran que la sostenibilidad no siempre requiere una gran inversión económica, a veces basta con tener una nueva perspectiva de los recursos de que se dispone.
Impacto y compromiso comunitario
El Reto Semillas de Esperanza ha fomentado un sentido de comunidad y responsabilidad colectiva en la Ibero Torreón. Al involucrar a los estudiantes en cada paso -desde el compostaje y la jardinería hasta la preparación de las plantas para regalar- el proyecto involucra a toda la comunidad universitaria en el cuidado de la creación. Demuestra que todos pueden contribuir, independientemente de su cargo o procedencia.
«Fue increíble ver cómo los estudiantes, el personal e incluso las empresas locales se unieron para este proyecto», dijo un miembro de la facultad. «Realmente encarna el espíritu de Laudato Si’: cuidar de nuestra casa común como comunidad».
El impacto va más allá de la universidad. La universidad anima a los receptores a cuidar de sus suculentas, suscitando conversaciones sobre la gestión ecológica e inspirando potencialmente iniciativas similares en sus familias, lugares de trabajo o comunidades.
Un creciente movimiento de esperanza
Las pequeñas acciones, basadas en la creatividad y la comunidad, pueden convertirse en algo mucho mayor. Al transformar materiales cotidianos y plantas sencillas en símbolos de esperanza y resistencia, Ibero Torreón no sólo fomenta la conciencia ecológica, sino que también planta las semillas de un cambio social más amplio.
Esta iniciativa nos recuerda que la conversión ecológica empieza con pequeños pasos. Ya sea reciclando materiales, cultivando un huerto o compartiendo conocimientos con los demás, cada acción contribuye al cuidado de nuestra casa común. Como escribe el Papa Francisco, «Necesitamos una solidaridad universal nueva» (Laudato Si’, 14). Juntos, a través de actos pequeños pero significativos, podemos alimentar las semillas de la esperanza de un futuro mejor.